Del diccionario de la Real Academia Española:
"Altruísmo" y "benevolencia" no son conceptos equivalentes porque si bien tienen en común la procura del bien ajeno, no coinciden en su propósito.
En el altruísmo el bien ajeno es NECESARIAMENTE un fin en sí mismo, es por ésa razón que su definición aclara: "aún a costa del propio interés", mientras que el concepto de benevolencia o bondad no requiere que el bien ajeno sea un fin por sí mismo. En estas virtudes se acomoda perfectamente el hacer el bien a otros y satisfacer las necesidades de otros como medio para satisfacer las propias , ya sea en términos materiales, psicológicos o espirituales. Es decir que a diferencia del concepto altruísta , que en forma explícita repudia el propio interés como propósito, los conceptos de bondad , benevolencia, benignidad etc, no lo excluyen ni prohiben .
La malignidad del concepto altruísta no reside por supuesto en la procura del interés ajeno sino en el repudio explícito al interés propio como motor y propósito, Es tóxico y dañino porque al repudiar el interés propio descalifica a la Civilización misma, a la asociación en mutuo beneficio, incluyendo al comercio, como medios racionales, morales y legítimos para satisfacer las propias necesidades y despoja a la benignidad interesada de su fundamento, motor y propósito, con consecuencias catastróficas.
Finalmente ,en posible que no tengamos la certeza de que es posible a largo plazo abrirle los ojos a todo el mundo sobre los beneficios de la libertad y la civilización, pero tengo la más absoluta certeza de que el "deber ser" altruísta no fundamentado en el propio interés no podría jamás ser adoptado por todo el mundo , ni debería serlo.
Juan es altruísta, va a la iglesia los domingos, además participa en una ONG, da limosnas y vota a políticos que prometen redistribuir la riqueza para ayudar a los pobres y necesitados..
Juan quizá tiene también un negocio, o una empresa o quizás no la tiene y es empleado, pero en todos los casos, sea empresario o empleado, como es altruísta cree que el único propósito de las empresas y los negocios es ganar dinero sin importar si ofrecen o no auténtico valor a sus clientes, porque para el altruísta el bien a otros se hace en la Iglesia, la ONG, con las limosnas o con la política, pero no en las empresas, que sólo persiguen el propio interés, contrario según él al bien ajeno .
A él no se le ocurre que una empresa es para satisfacer las necesidades propias mediante la satisfacción de las necesidades de otros.. en realidad él tiene una visión cínica del mundo de los negocios.. lo ve en el mejor de los casos como un mal necesario, una de las imperfecciones ineludibles de este mundo que no es "el otro mundo" .
Como es altruísta, y como el bien a otros para él se hace fuera del horario de trabajo y el auténtico valor del producto es lo de menos, si es empleado adherirá a toda clase de teorías conspirativas sobre la malignidad de las empresas y los empresarios, y si es empresario también, asumirá esa malignidad como mal necesario y se permitirá algún soborno a algún jefe de compras, alguna tranza con un legislador para promover una protección a costa del público o algún engaño sobre la calidad de los productos , todos para él pequeños males mundanos , que serán absueltos o compensados en su conciencia por sus limosnas y votos fuera del horario de trabajo....
Juan es un personaje de fantasía.. pero si observan lo verán y reconocerán pululando por todas partes
benevolencia:
Del lat. benevolentia.
1. f. Cualidad de benévolo.
benévolo, laDel lat. benevŏlus.
1. adj. Que tiene buena voluntad o simpatía hacia las personas o sus obras.
bondad:
Del lat. bonĭtas, -ātis.
1. f. Cualidad de bueno.
2. f. Natural inclinación a hacer el bien.
benignidad
Del lat. benignĭtas, -ātis.
1. f. Cualidad de benigno.
benigno, na
Del lat. benignus.
1. adj. Afable, benévolo, piadoso.
2. adj. Templado, suave, apacible. Clima benigno.
altruismo:
Del fr. altruisme.
1. m. Diligencia en procurar el bien ajeno aun a costa del propio.
2. m. Ecol. Fenómeno por el que algunos genes o individuos de la misma especie benefician a otros a costa de sí mismos.
"Altruísmo" y "benevolencia" no son conceptos equivalentes porque si bien tienen en común la procura del bien ajeno, no coinciden en su propósito.
En el altruísmo el bien ajeno es NECESARIAMENTE un fin en sí mismo, es por ésa razón que su definición aclara: "aún a costa del propio interés", mientras que el concepto de benevolencia o bondad no requiere que el bien ajeno sea un fin por sí mismo. En estas virtudes se acomoda perfectamente el hacer el bien a otros y satisfacer las necesidades de otros como medio para satisfacer las propias , ya sea en términos materiales, psicológicos o espirituales. Es decir que a diferencia del concepto altruísta , que en forma explícita repudia el propio interés como propósito, los conceptos de bondad , benevolencia, benignidad etc, no lo excluyen ni prohiben .
La malignidad del concepto altruísta no reside por supuesto en la procura del interés ajeno sino en el repudio explícito al interés propio como motor y propósito, Es tóxico y dañino porque al repudiar el interés propio descalifica a la Civilización misma, a la asociación en mutuo beneficio, incluyendo al comercio, como medios racionales, morales y legítimos para satisfacer las propias necesidades y despoja a la benignidad interesada de su fundamento, motor y propósito, con consecuencias catastróficas.
Finalmente ,en posible que no tengamos la certeza de que es posible a largo plazo abrirle los ojos a todo el mundo sobre los beneficios de la libertad y la civilización, pero tengo la más absoluta certeza de que el "deber ser" altruísta no fundamentado en el propio interés no podría jamás ser adoptado por todo el mundo , ni debería serlo.
El tóxico en acción
Juan es altruísta, va a la iglesia los domingos, además participa en una ONG, da limosnas y vota a políticos que prometen redistribuir la riqueza para ayudar a los pobres y necesitados..
Juan quizá tiene también un negocio, o una empresa o quizás no la tiene y es empleado, pero en todos los casos, sea empresario o empleado, como es altruísta cree que el único propósito de las empresas y los negocios es ganar dinero sin importar si ofrecen o no auténtico valor a sus clientes, porque para el altruísta el bien a otros se hace en la Iglesia, la ONG, con las limosnas o con la política, pero no en las empresas, que sólo persiguen el propio interés, contrario según él al bien ajeno .
A él no se le ocurre que una empresa es para satisfacer las necesidades propias mediante la satisfacción de las necesidades de otros.. en realidad él tiene una visión cínica del mundo de los negocios.. lo ve en el mejor de los casos como un mal necesario, una de las imperfecciones ineludibles de este mundo que no es "el otro mundo" .
Como es altruísta, y como el bien a otros para él se hace fuera del horario de trabajo y el auténtico valor del producto es lo de menos, si es empleado adherirá a toda clase de teorías conspirativas sobre la malignidad de las empresas y los empresarios, y si es empresario también, asumirá esa malignidad como mal necesario y se permitirá algún soborno a algún jefe de compras, alguna tranza con un legislador para promover una protección a costa del público o algún engaño sobre la calidad de los productos , todos para él pequeños males mundanos , que serán absueltos o compensados en su conciencia por sus limosnas y votos fuera del horario de trabajo....
Juan es un personaje de fantasía.. pero si observan lo verán y reconocerán pululando por todas partes
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